Cada año, cuando cumplo años, lo vivo de manera más familiar. Mi primer pensamiento de este día suele ser para mi madre. Imagino qué sentiría aquella noche en la que nació su quinta hija; Hija que se convirtió en madre y, en ese momento, endiosó a la suya. En silencio le he pedido perdón por las noches en vela, por las mentiras piadosas y por los gestos de desconsideración. Un día seré yo la que tenga que aprender a saberlo todo de sus hijos, porque ellos callarán o dirán verdades a medias; mientras tanto, disfrutaré de su inocencia. Todavía quedan unas cuantas primaveras .

Madres

En la imagen, mi tía y mi madre embarazada de mi hermana mayor